20190622 Noche de San Juan

Para los primeros hombres, el Sol estaba enamorado de la Tierra, a quien se negaba a abandonar a partir de la llegada del Solsticio de Verano, la noche del 21 de Junio, cuando los días se irían acortando. De esta manera, celebraban el instante en el que el Sol se mostraba a la Tierra en su máximo esplendor y poder, dando así la bienvenida al buen tiempo. Al ser la noche más corta del año, las antiguas sociedades creían que era el momento ideal para ahuyentar los malos presagios y atraer el amor y la fertilidad mediante los rituales alrededor del fuego y el agua.

Pero cuando Roma y el Cristianismo se impusieron, esta festividad adoptaría un significado menos mágico. La leyenda del Sol y la Tierra fue reemplazada por el relato bíblico de San Juan Bautista, el santo que guarda relación con el fuego (la hoguera que su padre Zacarías encendió cuando nació) y el agua (el bautismo de Jesús en el río Jordán). Pese a este cambio, los cristianos no renunciaron a seguir encendiendo enormes hogueras alrededor de las cuales celebraban los ritos, ya que permaneció la costumbre de quemar lo malo para atraer lo bueno. De esta manera se consolidó una celebración que mezclaba tradición latina con el ritual pagano, hasta hacerse muy tradicional en todos los rincones del mundo, especialmente en la Península Ibérica.

La IV edición de la Noche de San Juan congregó a 58 personas alrededor de una buena mesa y una bonita fogata. Gracias a nuestros compañeros Angel y  Emi pudimos volver a disponer de un inmejorable marco para poder celebrar esta cuarta edición de la Noche de San Juan.

En esta instantánea, tenemos a los «cocineros» discutiendo la estrategia a seguir.

Y en esta otra instantánea la pila de madera para su encendido. Las dos piezas fundamentales para conseguir que la fiesta de la noche de San Juan discurriese por los cauces adecuados.

Entre otros ingredientes tampoco podía faltar una «buena hidratación» para nuestros esforzados cocineros: Una buena bota de vino.

Y por supuesto un sitio «estrategico» para colocar la mesa para la recaudación de la cuota correspondiente.

Tampoco podían faltar algunos que otros «personajes pintorescos» como este señor venido desde lejanas tierras mañas.

Que Junto a nuestro «Master Chef» iban a ser los encargados de preparar los suculentos alimentos que nos ibamos a tomar.

El «Señor del fuego» consiguió unas espectaculares y preciosas brasas ….

Donde posteriormente se asaron estas magnificas sardinas. ¡Que alineación más perfecta!. ¡Zorionak Jokin!.

Ya solo quedaba dar buena cuenta de las «suculentas sardinas asadas», y de la «rica panceta» preparada por el Maño ¿o será Navarro?.

Y disfrutar de una magnifica fogata para quemar lo malo y atraer lo bueno para los habitantes de este precioso valle.

¡Para el año que viene más y mejor!.